Una vuelta de bandido y un sombrero muy peculiar me anunciaban tu llegada, no eras como imagine, pero era la primera cita, que más se podía esperar (en las primeras citas uno siempre sale mas decepcionado que afortunado). Así comenzó nuestra historia de amor.
Debo confesar que la cafeína fue un mal comienzo pero debieron ver lo que estaba por suceder.
Luego de apalabrar la segunda cita y al querer avalientonarme y no recurrir al mismo remedio, terminé en un sueño profundo y una resaca terrible, para nada fue valiente ni mucho menos atractivo, pero ahí estabas tu, tratando de "curarmela" en nuestra segunda cita y hasta ahí pensando sería la ultima...
No hay comentarios:
Publicar un comentario